Durante las navidades de 2018, la Tuna de Ciencias de Granada estuvo visitando Israel, haciendo una ruta por Jerusalén, Tel Aviv, el Mar Muerto, Masada y Accre.
Desde el día 26 de diciembre, nuestra amiga Anna nos recibió con una ronda en su casa de Jerusalén, que aunque el tiempo no acompañaba, Elvis, Fiona, Landa, R2D2, Chotopotas (un buen amigo de la Tuna de Navales de Madrid) y un novato disfrutaron a su llegada a Tierra Santa.
Gurifriski y Twister llegaban al día siguiente, y continuaron visitando la ciudad en un día frío de Sabbat. Allí tuvimos el placer de poder brindar con nuestra música en la Asociación Internacional de Jóvenes Cristianos. Después de un paseo por el barrio cristiano de la ciudad vieja, visitamos al Papa Noel de Jerusalén, con quien cantamos unos villancicos y “La Bamba”.
En Belén, el equipo visitó la Iglesia de la Natividad, y por la tarde actuamos en el Restaurante Barood, y con el buen sabor de la cerveza israelí anduvimos por las calles llenas de bares y cafés de la noche de Jerusalén.
Anna nos guió en la visita al Santo Sepulcro y al Muro de las Lamentaciones, y celebramos el Año Nuevo en las calles comerciales de Mamilla. El día 1, inauguramos el año en la First Station, interpretando los temas más típicos de tuna como Viva España o Así es mi Granada, pero también el público nos acompañó cuando tocamos “Hava Nagila”.
Ya en Tel Aviv, actuamos en un centro cívico para todos los vecinos del barrio y allí probamos la buena gastronomía mediterránea de Israel, donde los directores del centro nos hablaron de la cultura Sefardí y del Ladino, el idioma de los judíos españoles.
También hubo tiempo de hacer rutas en coche, y con un sol radiante, la Tuna de Ciencias de Granada viajó hacia el sur, con el objetivo de visitar la fortaleza de Masada y el Mar Muerto atravesando el desierto de Judea, no sin tocar un par de canciones y alegrar la tarde a los visitantes.
Ya anocheciendo, llegamos a las orillas del Mar Muerto, en Ein Bokek, casi haciendo frontera con Jordania. Una gran experiencia bañarnos en las aguas del Mar Muerto en la noche del desierto de Judea. Allí fue donde fuimos invitados a actuar en el Hotel Royal, para disfrute de los huéspedes del hotel con nuestro repertorio lleno de boleros y pasodobles que les hicieron levantarse de sus asientos. Fue todo un placer pasar la noche en el hotel ¡gracias!, y antes de que amaneciese, volvimos a probar las aguas terapéuticas del Mar Muerto.
De vuelta en Tel Aviv, el grupo estuvo callejeando por el centro histórico de Jaffa, y en la noche, pudimos experimentar la vida nocturna de la ciudad.
En el último día del viaje, recorrimos el norte del país para llegar a Accre, una ciudad fundada por los Templarios llena de historia y preciosas calas de arena. Kher Fody, músico lugareño se ofreció a hacernos una visita guiada por la ciudad, y al final, nos invitó a degustar una riquísima cena con productos típicos de la zona. Y antes de volver a Tel Aviv, paramos en varios locales a tocar un par de canciones.
La última noche de despedida la pasamos (otra vez) viendo la noche de Tel Aviv, para al día siguiente tomar el vuelo de vuelta a España el día 6 de enero de 2019.
Muchísimas gracias a todos aquellos que nos acogieron y nos hicieron sentir como en casa: Anna y sus amigos que nos guiaron por Jerusalén, Yossif y Asaf y Kher Fody.
Shalom y Toda Rabá Israel, de corazón de la Tuna de Ciencias de Granada.